“Un maestro debe hacer lo que se hace en un restaurante: servirle primero al cliente que grita más”
Philippe Perrenoud.
Cátedra de Pedagogía, 24a. Feria Internacional del Libro.
Bogotá DC, mayo 9 de 2011.
En su exposición, Perrenoud señaló que es importante encontrar las explicaciones al fracaso escolar, por lo que se hace necesario revisar tres ejes fundamentales: las decisiones políticas para luchar contra la desigualdad, el enfoque del curriculum y encontrar “esas diferencias de los estudiantes para que no haya diferencias”. La cátedra se realizó el lunes 9 de mayo en el auditorio José Asunción Silva, de Corferias.
“Si queremos evitar el fracaso escolar de nuestros estudiantes es necesario que seamos observadores permanentes, creativos e innovadores, así podremos detectar las particularidades de aprendizaje y dificultades de cada alumno”. Ese fue el llamado que hizo el profesor francés, Philippe Perrenoud, a los maestros y maestras de Bogotá, mientras exponía su teoría de ‘La pedagogía Diferencia’, durante la segunda sesión de Cátedra de Pedagogía 2011, que se realizó en el marco de la Feria del Libro.
Insistió en que los estudiantes dentro de un aula de clases nunca están en igualdad de condiciones y acudió a la teoría de Pierre Bourdieu sobre las desigualdades educativas. Por eso la necesidad de enfocar el trabajo en los niños que tienen mayores dificultades y señaló de manera jocosa que “para que todo funcione bien en el salón de clases, el maestro debe hacer lo que se hace en un restaurante: servirle primero al cliente que grita más”.
Agregó que aunque hay estudiantes que presentan resistencias tan fuertes, (como aquéllos que tienen problemas de adicción y no logran superarlas), no hay que hacerlos sentir fracasados porque esto los humilla y les afecta su amor propio.
Ante este panorama, Philippe Perrenoud, propone aplicar los tres retos que tiene la Pedagogía Diferenciada. Lo primero, es transformar el discurso para el aprendizaje, porque dirigir el mismo discurso para el mismo público no es equitativo. Esto implica unas exigencias enormes de los maestros que los lleva a ser recursivos, a estar más atentos de sus alumnos y a proponer actividades continuas que los involucre, especialmente a los que tienen más dificultades para que no se desanimen.
La segunda condición es evidenciar la capacidad del maestro para hacer interesante el saber, ya que el sentido de la actividad no se aprende si no se está mentalmente activo. Y el tercer gran reto es dar una tarea adecuada para el nivel de cada estudiante.
“La Pedagogía Diferenciada consiste en tener una percepción diferencia, para que dé un diagnóstico individualizado con una terapia individualizada. Esta es la responsabilidad del maestro, de ser un observador muy lúcido para cambiar el contrato didáctico”, concluyó Perrenoud, tras cerrar su exposición con varias recomendaciones.
Tomado de SED local
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