El Departamento de Salud y Salud Mental de la ciudad de Nueva York (DOHMH) ha desarrollado esta hoja informativa para responder preguntas e inquietudes comunes sobre las enfermedades relacionadas con las palomas.
Las palomas son comunes en la ciudad de Nueva York. Con frecuencia hacen nidos en edificios y se reproducen rápidamente. La reproducción ocurre durante todo el año, teniendo lugar usualmente entre marzo y julio. Durante estos meses, el DOHMH con frecuencia recibe preguntas acerca de posibles riesgos para la salud asociados con limpiar excrementos de palomas. Estar en contacto con excrementos de palomas puede representar un pequeño riesgo para la salud. Se conoce que tres enfermedades humanas están asociadas con los excrementos de las palomas: histoplasmosis, criptococosis y psitacosis.
Histoplasmosis
La histoplasmosis es una enfermedad causada por un hongo que crece en los excrementos de las palomas. También crece en la tierra y se encuentra en todo el mundo. Cuando una persona limpia excrementos puede respirar algo del hongo, lo cual en casos de alta exposición puede causar infección. Actividades comunes, tales como limpiar repisas de ventanas, no resultarán en altas exposiciones.
Los síntomas de la histoplasmosis empiezan a aparecer aproximadamente 10 días después de la infección inicial e incluyen fatiga, fiebre y dolor en el pecho. La mayoría de las personas, sin embargo, no muestran ningún síntoma. Aquellos con sistemas inmunológicos debilitados tales como pacientes de cáncer o personas que viven con VIH/SIDA generalmente corren mayor riesgo de contraer la histoplasmosis. La enfermedad no se puede transmitir de persona a persona.
Criptococosis
La criptococosis es otra enfermedad por hongos asociada con los excrementos de las palomas y también crece en tierra de todo el mundo. Es muy poco probable que las personas sanas resulten infectadas aún a niveles altos de exposición. Un riesgo importante de infección es tener el sistema inmunológico debilitado. De acuerdo con el Centro para Control de Enfermedades de los Estados Unidos (US Centers for Disease Control - CDC), cerca del 85% de los pacientes con criptococosis son VIH positivos.
Psitacosis
La psitacosis (también conocida como ornitosis o fiebre del loro) es una rara enfermedad infecciosa que afecta principalmente a los loros y a las aves parecidas a los loros tales como las cacatúas y los periquitos, pero también puede afectar a otras aves, tales como las palomas. Cuando los excrementos de las aves se secan y son transportados por el aire la gente puede inhalarlos y enfermarse.
En los humanos, esta enfermedad bacteriana se caracteriza por: fatiga, fiebre, dolor de cabeza, sarpullido, escalofríos y a veces neumonía. Los síntomas se presentan aproximadamente 10 días después de la exposición. La psitacosis se puede tratar con un antibiótico común.
Desde 1996, se reportaron menos de 50 casos confirmados anualmente en los Estados Unidos. En la ciudad de Nueva York, la psitacosis es muy poco frecuente, con menos de un caso humano identificado cada año. De acuerdo con el CDC, cerca del 70% de las personas infectadas tuvieron contacto con aves domésticas infectadas. Los que corren mayor riesgo incluyen dueños de aves, empleados de tiendas de mascotas, veterinarios, y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Nunca se han reportado casos de contagio de persona a persona.
Limpieza de los excrementos de las palomas
Es importante proteger la salud tanto de los trabajadores que limpian los excrementos de las palomas como del público en general.
Público en general
La limpieza rutinaria de excrementos (ej., de las repisas de ventanas) no representa un riesgo grave para la salud de la mayoría de las personas. Se pueden tomar algunas precauciones sencillas para reducir más el contacto directo con los excrementos, tales como usar guantes desechables y ropas que se puedan lavar.
Trabajadores
Antes de que se tome cualquier medida de limpieza extensa - ej., retirar acumulaciones dentro de un conducto de aire - se debe informar a los trabajadores sobre los posibles riesgos a la salud involucrados, particularmente a aquellos con sistemas inmunológicos debilitados. Aunque la histoplasmosis, la criptococosis y la psitacosis representan amenazas menores para la salud pública, se pueden minimizar más si se toman medidas de seguridad. Usar ropa protectora como overoles, botas, guantes y respiradores desechables pueden servir de protección.
Si se usa una manguera de agua de alta potencia para desprender los excrementos secos, se deben tomar medidas para controlar el polvo tales como contener el área con un protector plástico. Mojar el área de trabajo evitará la inhalación, reducirá el riesgo de infección y también evitará la propagación del polvo fuera del área de trabajo. Aquellos que tienen un sistema inmunológico debilitado tales como las personas que viven con VIH/SIDA o pacientes de cáncer no se deben involucrar directamente en el retiro de los excrementos. Siempre lávese las manos y la piel expuesta antes de comer o beber y cuando termine el trabajo.
Existen varias alternativas en lugar de usar una manguera de alta potencia. Una de esas alternativas incluye remojar los excrementos con agua y después recogerlos con una pala. El material mojado se debe recolectar en bolsas de plástico fuertes o en cualquier otro tipo de recipiente seguro y se deben botar en la basura.
Cuando las estructuras estén limpias se deben lavar frecuentemente para evitar más acumulación de excrementos.
¿Cómo puedo averiguar más información sobre las enfermedades relacionadas con las palomas?
Para más información acerca de los efectos en la salud causados por las enfermedades relacionadas con las palomas, llame a su médico. Si tiene preguntas en relación con los efectos en la salud causados por la remoción de excrementos de las palomas, puede comunicarse con el Instituto Nacional para Seguridad y Salud Ocupacional (National Institute for Occupational Safety and Health-NIOSH) llamando al 1 (800) 35-NIOSH, o visite www.cdc.gov/niosh/homepage.html.
Se puede encontrar más información sobre enfermedades específicas en el portal del CDC, www.cdc.gov. Además, se puede comunicar con